El Tribunal Provincial de La Habana dio a conocer el pasado jueves el fallo al proceso judicial seguido contra 20 implicados en la trifulca ocurrida entre decenas de jóvenes en la Finca de los Monos de la capital cubana en 2024.
Los acusados resultaron convictos de los delitos de desórdenes públicos y portación y tenencia ilegal de armas o explosivos.
De ellos, 18 fueron sancionados a privación de libertad entre cuatro y ocho años, y dos, a trabajo correccional sin internamiento.
“Sin decirlo, pero están reconociendo el hecho de que se trató de un conflicto de pandillas. Entonces, cuando vemos las condenas, son absolutamente insuficientes, muy pequeñas, sobre todo si, en un contexto como el cubano, tenemos como referencia el hecho de que hay más de 1,000 personas presas por motivos políticos con condenas muchísimo más altas que estas”, indicó desde Madrid el investigador del Observatorio de Auditoría Ciudadana, José Manuel González Rubines, Máster en Democracia y Buen Gobierno.
“Lo que estamos viendo aquí es la demostración de cómo está el sistema de Justicia cubano. Una muestra para entender en qué nivel de depauperación está. Y no se trata de apelar a un extremo punitivismo, que funciona en algunos casos y en otros no, porque por un lado hay que buscar solucionar que los jóvenes no tengan estas conductas, y cuando las tienen, castigarlas, pero por otro hay que buscar el por qué los jóvenes las tienen. ¿Qué es lo que está fallando? ¿Qué hace que los jóvenes lleguen a tener conductas de este tipo?”, reflexionó el experto.
Según indicó el medio oficialista Cubadebate, siete de los detenidos tenían la medida cautelar de prisión provisional y dos fueron juzgados por “la comisión de otros hechos posteriores”, que no precisan. El resto, 11, se encontraban en libertad.
“En este caso, ya la conducta sucedió, hay que buscar el modo de castigarla para que no se repita (...), además de que muchos de ellos estaban esperando la sentencia en libertad, cosa que no puede hacer ningún preso político”, subrayó el especialista.
Los jueces consideraron que los hechos representaron un peligro tangible para las víctimas, además de que su proliferación ataca la estabilidad, la seguridad y el futuro de cualquier sociedad.
Asimismo, valoraron la gravedad el entorno en el que ocurrieron los sucesos y sus consecuencias; con una gran aglomeración de personas, entre las que había menores de edad que pretendían disfrutar de una actividad pública.
En alusión a las pandillas existentes en La Habana, el tribunal señaló que los implicados buscaban dañar, intencionalmente, la integridad física de los asistentes a la actividad para reafirmar la preponderancia de un grupo de jóvenes sobre otro, tratando de infundir el miedo y atentando contra la seguridad ciudadana.
Los resultados del juicio demuestran “cómo se desvirtúa un sistema judicial cuando empieza a usarse para cosas que le son ajenas, cómo reprimir el disenso político. O sea, ningún sistema judicial debería estar pensado para reprimir el disenso político. El Sistema judicial está para impartir justicia cuando se comete un delito. En este caso se ha hecho y vemos las condenas”, recalcó González Rubinez.
Las identidades de los procesados no fueron dadas a conocer, pero la Fiscalía señaló que las investigaciones sobre otros posibles participantes en los hechos están archivadas temporalmente y pueden retomarse en cualquier momento.
El incidente de violencia ocurrió el 8 de junio del año pasado en una fiesta por el inicio del verano en la estatal Finca de los Monos, donde está ubicado el Palacio Tecnológico y un Parque Recreativo.
Cuestionan sistema judicial cubano tras fallo sobre trifulca entre pandillas en Finca de los Monos

El Tribunal Provincial de La Habana dictó sentencia contra 20 jóvenes implicados en un violento enfrentamiento ocurrido en la Finca de los Monos en 2024. Los condenados, acusados de desórdenes públicos y posesión ilegal de armas, recibieron penas de hasta 8 años de prisión.
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